El avance tecnológico durante los siglos XX y XXI ha sido, sin duda uno de los fenómenos más revolucionarios de la era. La tecnología, nos ha permitido simplificar y facilitar tareas cotidianas. En el mundo en el que vivimos, es prácticamente inconcebible imaginar nuestro día a día sin ella. Pero, sin embargo, su uso en exceso puede fomentar la aparición de serios problemas a nivel cerebral. Ya que, el cerebro parece procesar las interacciones online de una manera muy similar a la realidad.
Es por ello, que, el público más vulnerable se relaciona con los jóvenes, quienes son más proclives por los videojuegos, las redes sociales y el entretenimiento que facilita Internet. Los niños en la actualidad nacen inmersos en la cultura digital y desde edades muy tempranas tienen contacto permanente con todo tipo de aparatos electrónicos.
El uso inadecuado de internet puede provocar alteraciones cerebrales y afectar a la capacidad de atención, memoria, aprendizaje, comportamientos, actitudes e interacciones sociales tanto de forma positiva como negativa.
En relación con los estudios actuales, se considera que, realizar múltiples tareas online conlleva que mantengamos constantemente la atención dividida y no nos concentremos en una única cosa. La multitarea online, por tanto, no mejora la capacidad de las personas para desarrollar múltiples tareas en otros lugares o circunstancias, sino que las empeora.
La atención se halla profundamente relacionada con la memoria, aprendizaje, activación, motivación y el establecimiento de un estado de vigilia o alerta. Ese carácter de elección de la actividad consciente, que es propiedad de la atención, se manifiesta en la percepción, actividades motoras y en el pensamiento.
La distracción, es la incapacidad para mantener la atención en un estímulo. Hay dificultad para responder selectivamente a los estímulos relevantes e ignorar los irrelevantes. Es frecuente en personas adictas a Internet, que presentan síntomas como cansancio físico o fatiga, principalmente en aquellas que permanecen frente al ordenador un largo periodo de tiempo.
La fijación y la reflexión son aspectos que se también se ven disminuidos, ya que, el individuo no es capaz de funcionar adecuadamente frente al estímulo. Estos síntomas se observan en personas con fatiga, esfuerzo mental continuo o preocupación intensa, ocasionados por pasar mucho tiempo en posiciones incómodas frente a un ordenador. Son síntomas típicos de la adicción como, por ejemplo, la distrabibilidad, también conocida como hipoprosexia.
Los estudiantes, en general, no logran consolidar una memoria a largo plazo ya que consideran el iPad, iPod o Internet mecanismos idóneos para conservar información académica, es decir, para el aprendizaje.
Se ha observado también que, aquellas personas adictas a internet presentan una reducción en la sustancia blanca y gris del cerebro. Esto conlleva un deterioro de los circuitos neuronales que se relacionan con la generación y procesamiento de las emociones, con la toma de decisiones y con el control cognitivo.
Es cierto que internet tiene muchas más ventajas que inconvenientes e incluso, las redes sociales pueden llegar a funcionar como una forma de terapia para los jóvenes con problemas de salud mental. Pero, su uso debe ser conveniente, adecuado y oportuno, de acuerdo con las necesidades de quien demande su servicio.
La atención, memoria y aprendizaje se pueden alterar por causa del uso inadecuado y excesivo de Internet. También el pensamiento, entendimiento y el juicio se pueden modificar como resultado de la adicción o dependencia patológica a Internet.
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