Durante mucho tiempo, el estudio de los procesos cognitivos ha sido abordado desde una perspectiva localizacionista, donde cada función cognitiva es ubicada en zonas específicas del cerebro. De este abordaje se deriva la idea de que el daño anatómico de los módulos cerebrales afecta a las funciones cognitivas correspondientes y provoca alteraciones conductuales específicas.
Las áreas de Brodmann fueron definidas y numeradas de la 1 a la 47 por Korbinian Brodmann en 1909.
En los últimos años y tras potentes investigaciones científicas que lo avalan (Yap, Wu & Shen, 2010; Castellanos, Cortese & Proal, 2013; Deco & Kringelbach, 2014), se ha producido un cambio de mentalidad poniendo énfasis en la red de conexiones existente entre las distintas zonas de cerebro.
El hecho de explicar el funcionamiento cognitivo basado en la teoría de redes permite entenderlo de una forma mucho más plástica (neuroplasticidad y reorganización de las redes), ampliando de manera vertiginosa las posibilidades de recuperación y la mejora en la salud de los pacientes.
Entendiendo así la relevancia de las conexiones cerebrales, es fácil comprender que cualquier patología neurológica implica una perturbación en las redes cerebrales, como ha sido demostrado en numerosas investigaciones científicas llevadas a cabo en el Laboratorio de Neurociencia Cognitiva y Computacional del Centro de Tecnología Biomédica.
Las principales herramientas de trabajo para el estudio de las redes cerebrales en diferentes patologías son técnicas como la magnetoencefalografía (MEG) o la electroencefalografía (EEG) que con la nueva aproximación de análisis de redes, puede aplicarse a patologías como:
Conectiva surge ante la necesidad de poner el conocimiento y los avances científicos más pioneros a disposición de la práctica clínica.
La aplicación del estudio de las redes funcionales del cerebro en la práctica clínica, es una herramienta de gran impacto y beneficio para los profesionales médicos en su tarea de diagnóstico, pronóstico y evaluación en el tratamiento de sus pacientes del ámbito neurológico, psicológico, psiquiátrico o de rehabilitación.
Conectiva ha desarrollado un método analítico capaz de determinar el nivel de daño neurofisiológico en patologías neurodegenerativas.
El Análisis de Neurofisiología Funcional (ANF) permite evaluar el estado de las redes funcionales de forma objetiva y cuantitativa desde una perspectiva innovadora.
Es un servicio de eHeatlh basado en un algoritmo que usa métricas de conectividad funcional (teoría de grafos), analiza los registros a través de EEG, crea un informe automático, compara los datos del paciente con una base de datos de sujetos sanos y facilita la evaluación de enfermedades neurodegenerativas.
